El deterioro de la Atención Primaria en Aragón, como en el resto de las Comunidades Autónomas, se viene percibiendo desde hace más de 10 años, sin que nadie haya tomado medidas para evitarlo, y se ha acentuado todavía más tras la pandemia por la Covid-19.
La dejadez de las Administraciones Sanitaria reflejada en una falta de dotación presupuestaria para la Atención Primaria, una falta de previsión para realizar un adecuado recambio generacional, el inmovilismo del Gobierno de Aragón para adecuar la realidad actual de las zonas de salud a las necesidades de la población y a los recursos humanos existentes, la falta de una dirección única para gestionar de forma independiente la política aplicada en los Centros de Salud, la mala gestión por los responsables sanitarios de los Gobiernos Autonómicos, la falta de médicos que por diversos motivos se están sufriendo, las precarias condiciones laborales y retributivas de Aragón respecto a otras CCAA y otros países, han llevado a la AP a una situación de ahogo y desespero.
La enorme sobrecarga asistencial que tienen numerosos facultativos en los EAP, sin que los gestores y direcciones pongan freno alguno, con un sistema adecuado de triaje para que solo sean atendidos, de forma inmediata, aquellos casos urgentes o indemorables, hace que las agendas de atenciones superen los cincuenta pacientes en muchos casos. Esto hace necesario establecer un límite máximo de pacientes por médicos y un sistema adecuado de absorción de las demandas urgentes o indemorables que no sobrecargue a los médicos de atención primaria, así como, una reducción de las tareas burocráticas y otras gestiones que podrían realizar otros profesionales, lo que permitiría liberar tiempo a los médicos para la actividad asistencial.
Los facultativos necesitan tiempo adecuado para poder atender a los pacientes en condiciones de seguridad y calidad. La calidad no es compatible con la cantidad.
También deben realizarse campañas de información a los usuarios que sirvan de educación sanitaria y concienciación a la población para que se conozca la situación que estamos viviendo y que es necesario respetar los procedimientos establecidos para control y solicitud de demanda asistencial. Todos deben ser conscientes de la delicada situación que se está viviendo en la AP.
Las medidas de conciliación de la vida familiar junto con la actividad profesional deben tener una clara definición y deben aplicarse, de forma inmediata, mejorando los turnos, horarios y la atención continuada. En este punto, las jornadas de tarde totales son incompatibles y deberían unificarse, las jornadas, en todos los centros, así como, revisarse la actual organización de la atención continuada en los centros urbanos y rurales.
SEMG Aragón comparte las peticiones realizadas por los médicos y pediatras de Atención Primaria y canalizadas a través de los sindicatos médicos y colegios de médicos y apoyan las movilizaciones que se han convocado esperando que se pueda alcanzar un acuerdo que permita la desconvocatoria de las mismas y se pueda recuperar una Atención Primaria de calidad.
Junta Directiva SEMG Aragón